Guía para ahorrar energía eléctrica en el hogar!

Uso seguro y eficiente de la energía eléctrica en el hogar

El ahorro y el uso racional de la energía eléctrica son un acto de conciencia y responsabilidad que debemos asumir todos. Ello posibilitará una mayor eficiencia en el uso de nuestros recursos energéticos, la protección de la economía de la familia y la preservación del entorno natural del hombre.

Un principio esencial para el uso eficiente de la energía eléctrica es conocer cómo funcionan los diferentes equipos electrodomésticos, cuanto consumen de electricidad y el aprovechamiento que podemos obtener de cada uno de ellos. Por lo que es aconsejable leer los manuales del fabricante del electrodoméstico.

Esta guía ofrece una serie de consejos y medidas prácticas para el uso adecuado de los equipos electrodomésticos, con información sobre el consumo energético de estos equipos, expresado en kilovatios hora (kWh), para tener una idea de la magnitud de consumo de electricidad de cada uno de los equipos.

Consejos generales para el ahorro de energía eléctrica en el hogar

Apaga los aparatos eléctricos y desconecta los que no tienen interruptor cuando no los estés utilizando.

Mantén siempre limpios los aparatos eléctricos, principalmente los de la cocina. El buen estado de éstos prolonga su vida útil y reduce el consumo de energía.

Revisa cuidadosamente los aparatos que al conectarse producen chispas o calientan el cable. No lo uses antes de resolver el problema.

Mantén en buen estado las instalaciones eléctricas, ya que es indispensable para la seguridad de la familia en el hogar, además que se consume menos energía que al mantenerlas en condiciones deficientes.

 

 

Apague por completo equipos electrónicos con el modo “stand by”, así como reguladores de voltaje, ya que suponen un 5 al 10% del consumo total de energía eléctrica.

No elijas aparatos más grandes ni más potentes de lo que necesitas. Esto permitirá ahorrar dinero y energía.

Al momento de adquirir equipos electrodomésticos, escoge los que estén etiquetados como ahorradores de energía, aunque suelen ser más costosos, la inversión se recupera con el ahorro por el pago de la factura eléctrica. Además, contribuyes con el cuidado del ambiente y la preservación de nuestras fuentes energéticas primarias.

Cada vez que tenga la oportunidad, llama la atención acerca de las pérdidas o derroches de energía que observes en el hogar, así como en su lugar de trabajo.

Iluminación

Sustituye los bombillos incandescentes por bombillos LEDs. Estos dan buena iluminación, no aumentan la temperatura de los ambientes y consumen hasta 80% menos, es decir, son más eficientes.

Mantén las cortinas y persianas abiertas durante el día, permitiendo la entrada de la luz solar, la cual siempre será la mejor iluminación.

Aprovecha la luz natural de tu casa. Realiza el mayor número de actividades aprovechando la luz solar.

No dejes las luces encendidas en habitaciones vacías.

Limpia las lámparas y los focos, ya que el polvo acumulado bloquea la luz que emiten.

Reduce o modera el uso de sistemas de iluminación como los decorativos en espacios exteriores y los ornamentales (jardines). Si por medidas de seguridad es necesaria la iluminación exterior, utiliza luces de mercurio en vez de luces de sodio.

Utiliza pintura blanca o de colores claros y brillantes para techos y paredes, ya que reflejan y distribuyen mejor la luz del día.

Aire acondicionado

Usa el aire acondicionado cuando sea estrictamente necesario.

Ajusta el termostato del aire acondicionado a una temperatura de 22 a 24 ºC.

Desconecta el aire acondicionado al salir de la habitación, porque consume en promedio 150 kWh mensuales.

Instala el equipo en un lugar con espacio, para permitir la circulación del aire.

Manténla alejada de cualquier fuente de calor y fuera del alcance de los rayos solares.

Limpia y cambia regularmente los filtros, por lo menos dos a tres veces al año.

Revisa periódicamente si la unidad necesita gas refrigerante. Solicita el apoyo de un técnico en refrigeración.

Nevera

No dejes la nevera abierta mucho tiempo, ello conservará el frío y disminuiría el consumo eléctrico.

Recuerda que ella representa el 30% del costo mensual del servicio eléctrico.

Gradúa la temperatura de la nevera entre 3º y 7º C.

Nunca refrigeres alimentos mientras estén calientes.

Verifica que las puertas de la nevera cierren herméticamente.

Revisa Coloca la nevera en un lugar con espacio, para permitir la circulación del aire.

Lavadora

Úsala de acuerdo a su capacidad y posibilidades, para consumir eficientemente la energía.

Selecciona la ropa según el tipo de tela y utiliza el ciclo que le corresponde a cada uno.

Aprovecha al máximo la capacidad de carga; consume menos lavar una sola vez con máxima carga que dos veces con medias cargas.

Disminuye las sesiones de lavado por semana.

Utiliza sólo el detergente necesario; el exceso produce mucha espuma y hace trabajar al motor más de lo conveniente.

Limpia el filtro luego de cada lavada, así evitas que el motor de la bomba trabaje más de lo necesario.
Mantén limpia el área que rodea la lavadora, con lo cual evitarás que se recaliente.

Si piensas adquirir una nueva lavadora, selecciona una etiquetada como “ahorradora de energía”, si bien es cierto que son más costosas, la inversión la recuperas en el ahorro por el pago de la factura de electricidad. Además, contribuyes con el cuidado del ambiente y la preservación de nuestras fuentes
energéticas.

Descarga aquí el manual completo

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